Suele ocurrir que no se le preste la debida atención a la limpieza de los colchones, siendo que pasamos muchas horas de nuestra vida sobre ellos. Sin embargo es absolutamente imprescindible ser estrictos en esa parte de la limpieza. Gran cantidad de ácaros responsables de alergias, habitan en los colchones.
En realidad no requiere de un esfuerzo muy especial, pero sí de constancia. Es una de las tareas que se debe hacer como parte de la rutina normal, aumentando de este modo, la vida útil.
La ventilación tiene que ser diaria en todas las épocas del año, al menos diez minutos con las ventanas abiertas y el colchón sin sábanas. Una vez por semana hay que pasar la aspiradora con mucho cuidado. Mensualmente se hace una limpieza más profunda. Se humedece apenas (destaco que apenas, no es cuestión de mojar) un trapo con amoníaco (del que venden para limpieza del hogar), y se pasa por el colchón. Como el olor es fuerte, se debe hacer con las ventanas abiertas y dejando ventilar mucho rato. Por este motivo es que esto sólo lo hacemos cuando el clima es adecuado.
Algunos colchones tienen un lado de invierno y otro de verano. Si no es el caso nuestro, lo damos vuelta cada dos meses. Pero también se rota en el otro sentido, invirtiendo la cabecera y los pies. (lo que iba a la cabeza lo llevamos a los pies). Cuando se trata de una cama doble y una de las personas pesa mucho más que la otra, esta rotación tiene que ser hecha con más frecuencia, para evitar que se deforme.
Fuente: blogbricolaje.com