La limpieza periódica de las persianas impide la acumulación de polvo entre las rendijas, lo cual es complicado de sacar. Esto se evitará pasando un plumero todas las semanas. Si las persianas están salpicadas, limpia con un paño mojado en agua con detergente y secar. Si la suciedad se ha incrustado, agrega al agua unas gotas de amoníaco y frota con cepillo. Para limpiar las persianas con celosías graduables, moja un guante de tela en agua con detergente y pasa por cada una de las láminas de la persiana. Cambia el agua cuando sea necesario.
Limpieza ecológica: una forma responsable de cuidar tu entorno en Mallorca
La limpieza ecológica se ha convertido en una tendencia que ha llegado para quedarse. En una isla como Mallorca, donde el entorno natural es parte...


